El proyecto CUCO lo formamos Jose Angel EA5HIR y Agustín EA5I respaldados por un gran grupo de radioaficionados. Empezamos buscando la excusa para reunirnos los fines de semana y pasar un tiempo en torno a la radio con actividades al aire libre. Ahora ese grupo de amigos se ha multiplicado y desde cualquier punto de España y el mundo se puede formar parte de el. El Cuco es la típica construcción agrícola que antaño encontrábamos en los viñedos de La Mancha, sirviendo de refugio y hogar durante las jornadas de trabajo. Actualmente hay algunos en la Manchuela Albaceteña, recordando la dureza de la naturaleza y la fragilidad del hombre que busca protegerse. En la frontera entre Madrigueras y Motilleja, donde desarrollamos muchas de nuestras actividades, se encuentra un Cuco que nos recuerda el ingenio y la humildad de nuestros predecesores. De ellos aprendemos y hacemos bandera.

Hemos cumplido nueve años y esperamos que sean muchos más. Un camino que comenzó en busca de compartir experiencias, buenos momentos con nuestros amigos y siempre con la radio como punto de partida y que no nos ha defraudado en absoluto. Ahora somos más, algunos con la experiencia de habernos conocido físicamente en alguna de las actividades y muchísimos, todavía, a la espera de ese momento. En nuestro hobby no hay distancias o mejor dicho nuestro objetivo cuando encendemos el equipo es que no las haya. Eso solo lo entendemos los radioaficionados y nosotros lo hemos conseguido. El CUCO Team lo formamos ahora más de 100 entusiastas de todos los rincones de España y de 28 países que nos siguen a través del Blog diariamente. Nos llaman, nos escriben, nos dan ideas, nos preguntan, nos corrigen y sobre todo nos animan a seguir y crecer. El CUCO es una experiencia entorno a la técnica, la naturaleza y la amistad, así lo resumiría después de este tiempo.


lunes, 9 de septiembre de 2013

Experiencia y formación técnica.

Los fundamentos técnicos, fuertemente afianzados en la matemática y la física, muy a menudo se codean con las experiencias personales del día a día del radioaficionado, pero no siempre de forma amistosa y colaboradora. Debo confesar que estoy tentado de abrir una “entrada” en el blog sobre esta pujna eterna en cualquiera de los ámbitos  de nuestra afición, al menos una vez al mes. Sin embargo y tras sopesarlo, me da pereza. Un ejemplo, “realidad o leyenda, la R.O.E”. Uff que miedo, lo dejaré para otro año. Como todos sabemos, de cada 10 radioaficionados 6 son Ingenieros de la NASA y claro, cualquiera opina o hace cerrar la boca (aquí, el Wasap pondría una cara sonriente). Desconozco si pasa lo mismo en los foros de médicos, pintores, coleccionistas de monedas, restauradores de motos Vespa… pero en la radioafición, hemos reunido a las más altas mentes pensantes y eso debe ser motivo de orgullo a la vez que causa de estupefacción. Tras esta reflexión en blanco sobre azul, voy al lío.

Posiblemente una de las antenas más simples que podemos tener para nuestras bandas de hf sea el dipolo (a estas alturas ya habrá cientos de colegas que entren en polémica con esta afirmación) y por lo tanto su confección y colocación final no tengan mucho misterio. La teoría no puede ser más clara y rotunda si se refiera a una media onda , dipolo plegado, bigote de gato, etc. Y de repente, un colega de máxima confianza nos llama y nos dice que el suyo no hay manera de ajustarlo; terror, pasmo, desesperación.

.- ¡¡¡Mira los PL, comprueba el cable, asómate por si se te ha caído al patio de luces!!! Estos son los consejos normales que cualquiera daría, pero sigue sin funcionar.

.- ¿La ROE es alta o está en infinito en toda la banda?¿No estará comunicado?

Si es colega, de verdad, nos cojemos el coche (o mejor tomamos el coche, por si algún argentino lee esto…) y a verlo con nuestros ojitos. Una rápida observación del conjunto no nos aporta nada. Por el ascensor vamos pensando en posibles causas del desastre medido por el analizador… ¿Será que nos han metido coaxial chino?  Todo OK. Es hora de resetearnos, como el PC cuando se bloquea. A la azotea, a pesar del vértigo desarrollado con la edad.

.-¡Mira, todo está bien! El mástil, el cable que baja, los vientos que le puse, la banda de palomas que se ríen desde la antena de TV. ¡¡Todo bien!!

.-¿Todo bien?, ¿tu crees?. ¿No ves nada raro?

.-Pues ¡no!

Y aquí es donde empieza la cuestión de la experiencia frente a la teoría fundamentada en la ciencia, o viceversa. Todos sabemos que los V invertidos forman un ángulo que determinará el lóbulo de radiación y la lectura de su ajuste.
BIEN, dentro de las circunstancias posibles. Las puntas están en plano y el ajuste será sencillo, como siempre...



MAL, a pesar de estar a la misma altura del suelo, las puntas se alejan de su plano común. Mal rollo a la hora de ajustar.

 Si tenemos espacio y ganas, podremos experimentar con este y llegar a formar un dipolo horizontal o en Delta, etc. PERO, pero, como dicen los políticos existen líneas rojas que no debemos traspasar, para no salir locos. No huyamos nunca de la armonía, si armonía, en todos los sentidos de la vida, la naturaleza incluso busca la armonía entre el KAOS. ¿Es posible tener el dipolo con una diferencia más que evidente, en la altura de sus puntas con respecto al mismo plano? Si, pero le afectará en su rendimiento y a ver quién es capaz de dejarlo fino, fino en el ajuste. Es preferible buscar la misma altura de puntas, respecto al plano que forman entre ellas, sacrificando el ángulo de apertura si fuera preciso y tener un lóbulo de emisión forzado, a la otra opción. ¡Andáaaa! Pero si lo que acabo de escribir es común a la experiencia/experimentación y a la teoría fundamentada. Si ahora va a resultar que no son incompatibles, que no están tan alejadas.

Tengamos la mente abierta, aceptemos otras opiniones, aprendamos, aprendamos, aprendamos de los demás y no demos tantas lecciones. 

En mi trabajo, la técnica que me obliga a obrar correctamente me dice que el satélite por el que hoy debo transmitir, se encuentra a 36.000Km del Ecuador y debo elevar la antena a 36 grados y un azimuth de 243 con respecto a mí posición. La experiencia, por su parte, me facilita la labor con solo buscar el sol y apuntar un poquito a su izquierda, pero al final el resultado es el mismo, encuentro el satélite y me dispongo a retransmitir una corrida de toros, la primera de la Feria de Albacete.

Mucha Feria, buena Feria. 73.


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